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David del Fresno

Para salvar al hombre, ¿hay que impedirle nacer?

Para algunos políticos, los seres humanos estamos sentados en una bomba de relojería y nos quedan apenas diez años para evitar una catástrofe climática de grandes proporciones.

Sus agoreras previsiones están convirtiéndose en la excusa perfecta para impulsar un abanico de medidas tan inhumanas como extravagantes, que van desde la legalización del aborto en todo el mundo hasta la prohibición de incinerar cadáveres en Alemania, pasando por la aplicación de los derechos humanos a los simios en España.