Pasar al contenido principal

L J. Lebret

Envíanos locos

Envíanos locos
 

¡Oh Dios!, envíanos locos,

de los que se comprometen a fondo,

de los que se olvidan de sí mismos,

de los que aman con algo más que con palabras,

de los que entregan su vida de verdad

y hasta el fin.

 

Danos locos,

chiflados,

apasionados,

hombres capaces de dar el salto

hacia la inseguridad,

hacia la incertidumbre sorprendente

de la pobreza;

danos locos,

que acepten diluirse en la masa