Envíanos locos
Envíanos locos
¡Oh Dios!, envíanos locos,
de los que se comprometen a fondo,
de los que se olvidan de sí mismos,
de los que aman con algo más que con palabras,
de los que entregan su vida de verdad
y hasta el fin.
Danos locos,
chiflados,
apasionados,
hombres capaces de dar el salto
hacia la inseguridad,
hacia la incertidumbre sorprendente
de la pobreza;
danos locos,
que acepten diluirse en la masa