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Señor Jesus

Oración al Santísimo Sacramento 2

Oración al Santísimo Sacramento

Concédeme, Dios misericordioso, que desee yo con ardor lo que Tú apruebas, que lo busque con prudencia, lo reconozca con verdad, lo cumpla con perfección, en alabanza y gloria de tu nombre.

Pon orden en mi vida, y concédeme conocer lo que quieres que haga; concédeme cumplir debidamente lo que sea útil para la salvación de mi alma.

Oración de la noche, Las buenas noches a Jesús Sacramentado

Oración de la noche, Las buenas noches a Jesús Sacramentado

 

¡Jesús amado! acaba el día; Gozoso dejo ya mi labor: Y antes que tome grato reposo postrado pido celeste don: Dame, Bien mío, tu bendición.

¡Amor Divino, Sacramentado! Siento al mirarte mi pecho arder: A tal Grandeza, la frente inclino; Te adoro, y juro tu esclavo ser.

¡Oh! sí pudiera yo sin descanso Pasar la noche juntó a tu altar, En las que siempre tan solitario, Por amor mío te veo estar! ...

Oración a Jesús solitario en el Santísimo Sacramento

Oración a Jesús solitario en el Santísimo Sacramento

 

¡Oh Divino Jesús! que durante la noche estáis solitario en tanto tabernáculos del mundo, sin que ninguna de vuestras criaturas vaya a visitaros y adoraros. Yo os ofrezco mi pobre corazón, deseando que todos sus latidos sean otros tantos de amor y adoración. Vos, Señor, estáis siempre en vela bajo las especies Sacramentales, vuestro amor misericordioso nunca duerme ni se cansa de velar por los pecadores.

Oración a Jesús Sacramentado 2

Oración a Jesús Sacramentado
 

De nuevo aquí me tienes Jesús mío,
Confuso y humillado ante tu altar.
Sin saber que decirte ni que hablarte.
Ansioso solamente de llorar.
Vengo del mundo, vengo del combate,
Cansado de sufrir y de luchar.

Traigo el alma llena de tristezas,
Y hambriento el corazón de soledad.
De esa soledad dulce, divina,
Que alegra tu presencia celestial.

Señor nuestro Jesucristo...

Señor nuestro Jesucristo...

 

Señor nuestro Jesucristo, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas con el Padre, en unidad con el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.

 

Amén.