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Cardenal Carlo María Martini

Señor enséñanos a orar

Señor enséñanos a orar

 

 

Señor, tú sabes que yo no sé orar.
Enséñanos a orar...
Solo tú, Señor, sabes orar,
Tú oraste en la montaña, en la noche,
Tú oraste en las llanuras de Palestina,
Tú oraste en el huerto de tu agonía.
Tú oraste en la Cruz.
Tú solo, Señor, eres el maestro de oración,
y tu nos has dado a cada uno de nosotros,
como maestro personal, al Espíritu Santo,

Sufrir con Humildad

 Sufrir con Humildad

 

Danos, Señor, un verdadero, nuevo
y más profundo conocimiento de tí
a través del sufrimiento.
Haz que podamos intuir con el afecto del corazón
tu misterio que está más allá de toda comprensión,.

¡Oh Padre!

        Oh Padre

        Te adoramos y te glorificamos,

        Padre omnipotente, rico en gracia y misericordia.

        Te pedimos conocer

        y comprender  a tu Hijo Jesús como el Mesías,

        Hijo de David, heredero de su trono,

        Rey de Reyes, Señor de los Señores,

Maria, enséñame a conocer a Jesús

Maria, enséñame a conocer a Jesús

  

 

María, Madre de Jesús,
ayúdame a aceptar a Jesús como luz
en mi vida.
Tú ves que hay en mí tinieblas
Que yo mismo no conozco.
Haz que no se resistan a la luz de Jesús
sino que se abran a El.
En el examen de conciencia,
en la confesión,
en la dirección espiritual,
en la meditación
y en la escucha de la palabra de Jesús.

La Paz de Dios

        La Paz de Dios

        Tú eres el Dios de la Paz,
        Precisamente por esto,
        Señor del Amor y de la paz,
        ¡ queremos convertirnos a Tí!
        No podemos engañarnos
        con llegar a vivir bien,
        en paz, sin tí.

¡En tus manos Señor!

        ¡En Tus manos!

        En tus manos Padre Santo y Misericordioso,

        ponemos nuestra vida,

        Tú nos la diste,

        Guíala y llénala de tus dones.

        Tú estás a nuestro lado,

        como roca sólida y amigo fiel,