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San Juan María Vianney

Te amo, oh mi Dios

Te amo, Oh mi Dios.

Mi único deseo es amarte

Hasta el último suspiro de mi vida.

Te amo, Oh infinitamente amoroso Dios,

Y prefiero morir amándote que vivir un instante sin Ti.

Te amo, oh mi Dios, y mi único temor es ir al infierno

Porque ahí nunca tendría la dulce consolación de tu amor,

Oh mi Dios,

si mi lengua no puede decir

cada instante que te amo,

por lo menos quiero

que mi corazón lo repita cada vez que respiro.