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libertinaje

Amar es saber decir no

AMAR,  ES SABER DECIR NO

Octavio Paz  dice que “la castidad cumple la misma función en Oriente que en Occidente: es una prueba, un ejercicio que nos fortifica espiritualmente y nos permite dar el gran salto de la naturaleza humana a la sobrenatural”[1][1].

 

Con el alma clara, limpia, se entiende más la grandeza del amor. A veces los jóvenes dicen que no se pueden controlar. Hay que decirles: “Si lo (la) quieres, no se hagan daño mutuamente”.

 

—Fulanita, dame una prueba de amor-, dijo un joven.

Sí al amor; no a los amoríos

Sí al amor; no a los amoríos

Miguel de Cervantes decía:

“es de vidrio la mujer,

pero no se ha de probar

si se puede o no quebrar,

      porque todo podría ser”

—Fulanita, dame una prueba de amor-, dijo un joven.

— Si te casas conmigo no te doy una prueba, sino muchas. Si me amas, sabrás esperar a que estemos preparados para casarnos.

— Es que quiero saber si nos acoplamos, responde el joven.