Pasar al contenido principal

Julieta Mújica Villegas

De curas, celibato y otras reflexiones

Fue hace tres años, a la salida de un cine ubicado en el centro de una mega plaza comercial. Estábamos tomando un refresco cuando pasó por ahí: era joven, de buen porte y, evidentemente, se trataba de un novel sacerdote o de un seminarista. Cuando pasó cerca de nosotras una de mis amigas dijo en voz alta: “¡qué desperdicio!”. Él se detuvo, viró con parsimonia, semblante tranquilo, y con voz pausada, clara y masculina dijo: “Desperdicios como yo somos llamados por Dios para tratar de salvar a desperdicios como tú”.

La aguja que llevaba el hilo. Habla la hermana de un Legionario de Cristo.

La aguja que llevaba el hilo. Habla la hermana de un Legionario de Cristo

Su primera respuesta fue: “Julieta, la Legión es de Cristo; la Legión es una gran costura al servicio de la Iglesia y el único autor es Dios nuestro Señor”. Me lo dijo con tanta paz y serenidad, con tanta bondad y seguridad, que no dudé que era mi hermano el que me respondía. Esas fueron sus primeras palabras. Después vinieron otras contestaciones que hoy, en honor a la verdad y a la caridad, me permito compartir junto a algunas reflexiones personales.