Cómo engañar a la conciencia
Dentro de un esquema aristotélico tomista, podemos afirmar que el hombre es un compuesto consubstancial constituido por un cuerpo humano y un alma humana. Materia y espíritu formando un solo ser. En el alma, a su vez, descubrimos dos potencias superiores: inteligencia, voluntad, y además unos actos a los que conocemos como los sentimientos.