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ombligueras

Chicas ombligueras

 

Hace tiempo, después de publicar un artículo donde hacía referencia a un caso de infidelidad matrimonial, una lectora me remitió un  comentario donde hace ver su extrañeza ante la capacidad de errar que tiene el ser humano, es decir, de echar a perder su vida al dejarse arrastrar por las pasiones, y en especial por la lujuria. Su texto lo condimenta con una frase, por demás, atinada: “hormona mata neurona”.