La mula y el buey
La mula y el buey
Pues resulta que hace más de dos mil años nació en un establo un niño muy, pero muy especial. Para empezar era hijo de una linda jovencita -en verdad hermosísima- pero no fue concebido como los demás seres humanos, sino por obra y gracia del Espíritu Santo. De hecho aquel pequeño no era un hombre común, sino un hombre perfecto y, al mismo tiempo, perfecto Dios.