Pase gratis a un “antro”
Hace poco recibí un correo firmado por una señora donde cuenta lo que pudo ver en una discoteca cuando acompañó a su hija. Lo que relata resulta sumamente desagradable. Como me quedé con la inquietud, busqué a un joven conocido para preguntarle si acostumbra ir a las discos y me dijo que claro que sí, pues es músico y trabaja en ellas. Lo cual me proporcionó datos dignos de confianza por parte de alguien que conoce muy bien esos ambientes.