Las fronteras de la discriminación
Poner fronteras implica dos cosas: que lo que se encuentra a un lado de la frontera es distinto de lo que se encuentra al otro lado (o, por lo menos, que así lo pensamos, queremos e “imponemos”); y que esa distinción de “realidades” lleva consigo algunas diferencias de comportamientos. Así, cuando decimos que en este lado del Río Grande se vive en México, y que en el otro lado estamos en Estados Unidos, ello implica una diferencia no sólo de naciones, sino de leyes, de comportamientos, de derechos.