Adviento: camino y pórtico
El Adviento es como un camino. Inicia en un momento del año, avanza por etapas progresivas, se dirige a una meta.
Llega la invitación a ponernos en marcha. ¿Quién invita? ¿Desde dónde iniciamos a caminar? ¿Hacia qué meta hemos de dirigir nuestros pasos?
La invitación llega desde muy lejos. La historia humana comenzó a partir de un acto de amor divino: “Hagamos al hombre”. El amor daba inicio a la vida.