Adultos con corazones jóvenes
Adultos con corazones jóvenes
El P. Mario volvía alegre cuando le tocaba reunirse con los jóvenes de la parroquia. En cambio, su rostro era mucho más austero los días en que daba conferencias para adultos.
El padre abad lo había notado, y quería hablar con aquel sacerdote joven y lleno de entusiasmo.
Una tarde de otoño encontró la ocasión. El P. Mario estaba en el jardín, con un libro entre sus manos y la mirada reflexiva.
-Buenas tardes, P. Mario. ¿Cómo te fue esta semana?