De recetas… a recetas
Anoto la carta de comida que, estoy seguro, habremos disfrutado en más de una ocasión. Como plato de entrada un: No me toques que te muerdo, con un poco de sonrisa amenazante. De segundo plato: No te metas en mi vida, aderezado con un fuerte: Tampoco me importan, para nada, tus problemas personales. El plato principal un: Aquí las cosas se hacen como yo digo, con bastante de: Si no te gusta te puedes largar. Y por último, el postre: Media vuelta bien marcada, bañada en salsa de silencio. Para acompañar, una botella de: A mí, tú no me haces ni maldita falta, reserva del 96. Todo exquisito.