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serenidad

Dios fuente de serenidad

Hace algunos años contemplé con asombro cómo varios adolescentes arrojaron a un compañero a una alberca. El problema consistía en que aquel jovencito no sabía nadar. Su desesperación fue terrible y se contorsionaba con violencia dando manotazos en el agua para mantenerse a flote mientras todos los veían con rostros de incredulidad.