Vida de película
Se dice y es cierto, que la realidad supera la ficción. No es necesario ir al cine ni leer novelas o folletones lacrimógenos, para apreciar el dolor y la tragedia que acompaña a ciertas personas, ya desde su más tierna infancia.
Se dice y es cierto, que la realidad supera la ficción. No es necesario ir al cine ni leer novelas o folletones lacrimógenos, para apreciar el dolor y la tragedia que acompaña a ciertas personas, ya desde su más tierna infancia.