Catolicismo light
Todo católico bien formado, tiene bien claro que la norma última de su obrar es ser fiel a su propia conciencia, bien formada. La conciencia personal es la voz de Dios, el santuario más íntimo donde se encuentra cada persona con Dios.
Si surgiese conflicto entre la Ley de Dios y la Ley humana, el católico siempre debe anteponer la obediencia a Dios antes que a los hombres.