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Vilaseca

Josefina Vilaseca, ejemplo de mártir en el mundo de hoy

Horta d’Avinyó, en el Bages, veló la capilla ardiente de una niña que murió por las heridas que le provocó un agresor enloquecido por la pasión. Eran los años cincuenta. “El entierro –explicaba Mn. Josep Puig- fue un acto multitudinario y con representación de gente de todo el Principado. El fervor popular pidió el inicio de la causa de beatificación y la concurrencia de gente hacia su tumba eran un acontecimiento semanal... Muchos pedían su intercesión, las gracias comenzaban a contarse por decenas y su ejemplo era contado por todos lados. Luego vino la gran defección de los años 70.