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espejo

¿El secreto? Mirarse en el espejo

Muchas veces creemos que las raíces de nuestros problemas están en los otros. ¿Va mal el matrimonio? Acusamos al esposo, a la esposa, a los suegros, a los hijos. ¿No funciona nuestra empresa? El culpable es el jefe, o un compañero desleal, o el Estado con sus impuestos. ¿Estamos deprimidos? La culpa es de la contaminación, del agujero de ozono, de los cláxones de los coches. ¿Estamos de mal humor? En las mil dificultades de la vida siempre podemos señalar, con el dedo de la memoria, a un culpable fuera de nosotros.

Frente al espejo

Anochece. Ha terminado el trabajo o el estudio. La televisión susurra o grita desde algún rincón de nuestra casa. Arriba, los vecinos discuten, como tantas veces. Entramos en nuestro cuarto, encendemos la luz, nos quitamos los zapatos y miramos al espejo.

Frente al espejo

Anochece. Ha terminado el trabajo o el estudio. La televisión susurra o grita desde algún rincón de nuestra casa. Arriba, los vecinos discuten, como tantas veces. Entramos en nuestro cuarto, encendemos la luz, nos quitamos los zapatos y miramos al espejo.