El Camino vino a nuestro encuentro
Perdidos. Quizá en un bosque, en los campos, o entre las calles de una gran ciudad. Perdidos. En medio de los ruidos, la música, las fiestas y la gente. Perdidos.
Una luz brilla en el horizonte, o encima del humo. Algo, alguien nos dice que la vida es algo más que inquietudes, placeres y fracasos. Algo, alguien, nos susurra que no nacimos para rellenar papeles, teclear ante una pantalla o ajustar clavos.