Padre nuestro
Padre nuestro
Padre Nuestro que estás en la tierra
conviviendo con la humanidad
heredaste una cruz de madera
con tres clavos de acero mortal.
Se me ocurre tu nombre en el viento
entibiando en invierno la paz
refrescando en verano el derecho
afectuoso de la libertad.
Te imagino en las noches callada
cuando el sueño no quiere venir
recostando una pena en tu almohada
preocupado por el porvenir.