Pasar al contenido principal

Mari Carmen Labrador de Velázquez

Oración a la Virgen por la muerte de un hijo

 

Oración a la Virgen por la muerte de un hijo

Señora Mía

¡Qué dolor el tuyo!

¡Qué dolor el mío!

¡Qué dolor el de ambas!

¡Se nos ha muerto un hijo!

 

El tuyo más grande,

el mío pequeñito,

¡Los dos tan hermosos!

¡Un Dios y un niñito!

 

¡Qué dolor el tuyo,

entregarlo a los hombres;

qué dolor el mío,

entregárselo a Dios!

 

¡Qué alegría la tuya! ¡Me alegro por ti!

¡Vives ya con ellos! ¡Te abrazan al fin!