Cardenal Joseph Ratzinger
Instrucción sobre el Exorcismo
Instrucción sobre el Exorcismo
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe
24 de Septiembre de 1985
Excelentísimo Señor,
Hace algunos años, ciertos grupos eclesiales multiplican reuniones para orar con la intención de obtener la liberación del influjo de los demonios, aún cuando no se trate de exorcismo propiamente dicho. Tales reuniones son efectuadas bajo la dirección de laicos, inclusive cuando está presente un sacerdote.
El infierno es estar solo
El infierno es estar solo
Homilía del cardenal Ratzinger en la misa por la elección del Papa
En esta hora de gran responsabilidad, escuchemos con particular atención lo que nos dice el Señor con sus mismas palabras. De las tres lecturas, quisiera escoger sólo algún pasaje que nos afecta directamente en un momento como éste.
Atención pastoral a las personas homosexuales
Congregación para la Doctrina de la Fe
Carta a los obispos de la Iglesia católica, 1 de octubre, de 1986.
"La particular inclinación de la persona homosexual, aunque en si no sea pecado, constituye sin embargo una tendencia, más o menos fuerte, hacia un comportamiento intrínsecamente malo desde el punto de vista moral. Por este motivo la inclinación misma debe ser considerada como objetivamente desordenada".
Colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia
Colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia
cellspacing="0" cellpadding="0" width="95%" style="width: 95%; border-collapse: collapse" id="AutoNumber5">
Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre la colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia
Atención a las personas homosexuales
Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre la atención pastoral a las personas homosexuales
Congregación para la Doctrina de la Fe
Atención pastoral a las personas homosexuales
Atención pastoral a las personas homosexuales
Congregación para la Doctrina de la Fe
Carta a los obispos de la Iglesia católica, 1 de octubre, de 1986.
"La particular inclinación de la persona homosexual, aunque en si no sea pecado, constituye sin embargo una tendencia, más o menos fuerte, hacia un comportamiento intrínsecamente malo desde el punto de vista moral. Por este motivo la inclinación misma debe ser considerada como objetivamente desordenada".