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Padre Fernando Pascual L.C.

Diálogo y posesión de la verdad


Diálogo y posesión de la verdad


 

 

Hace falta aprender a dialogar. Porque el diálogo permite construir puentes desde los que dos o más personas pueden avanzar hacia el verdad.

Pero hay algunas condiciones sin las cuales no se da un verdadero diálogo, sino sucedáneos débiles y pobres del mismo. Ahora queremos fijarnos en una: la pretensión de poseer la verdad (o una parte de la misma).

Falsos mesías


Falsos mesías


 

 

Siempre ha habido injusticias. Por culpa de explotadores sin escrúpulos, por cobardes dispuestos a ceder a todo con tal de conservar su puesto, por ambiciosos que desean más y más poder y riqueza.

Frente a la miseria, incluso al hambre que sufren millones de personas por culpa de la injusticia, en el pasado y en el presente han surgido falsos mesías.

Por una sana laicidad


 

 

La laicidad puede gozar de salud o puede “enfermarse”. Será sana si promueve una correcta separación entre el estado y las religiones. Estará enferma si, en nombre de la separación entre estado y religiones, impide a las religiones participar en la vida pública como lo puede hacer cualquier otra instancia social.

Dios y el Cesar


 

 

La religión, según algunos, debe quedar fuera del ámbito público. Porque, dicen, lo que se refiere a Dios no debe mezclarse con lo que se refiere a la vida social. Dios y el César necesitan vivir, cada uno, en su propia esfera, bien separados, bien tranquilos, como defiende una corriente del laicismo que tiene un vigor nada despreciable.