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Si no fuera pecado, ¿lo haría?

Si no fuera pecado, ¿lo haría?

Una “buena tentación” es aquella que repite una y otra vez: “si me sigues, si cedes sólo por esta vez, si dejas el rigorismo, si te permites este pecadillo, ganarás mucho y perderás muy poco”. Ganar mucho dinero con una trampilla, o lograr un rato de diversión pecaminosa después de una semana de tensiones en el trabajo o en la familia, o conseguir un buen contrato a base de calumniar a un amigo, o...

Sentimientos

Decía Aristóteles que los actos del hombre tienen dos compañeros que se alternan a veces con poca lógica: el placer y el dolor. Es decir, cada acto está siempre acompañado por algún sentimiento más o menos intenso de satisfacción o de fracaso.

San Pablo y el tabaco

Desde hace años se suceden campañas nacionales e internacionales contra el tabaco. Tales campañas buscan disuadir a los adolescentes y jóvenes para que no empiecen a fumar, a los fumadores para que dejen de fumar, o a que fumen en cantidades mucho más reducidas, o a que no dañen con el “humo pasivo” a las personas que se encuentren cerca de los fumadores.

Salud, ¿un estado o una armonía?

Salud, ¿un estado o una armonía?

Al ser fundada en 1948, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la salud como "un estado de completo bienestar físico, mental y social y no la simple ausencia de enfermedades o de malestar". Desde luego, a la luz de esta definición, podríamos decir que muy pocos tienen "salud", pues un completo bienestar en todas las dimensiones enumeradas (física, psíquica y social) resulta algo así como ganar la lotería todas las semanas...

Sacar bienes del mal

Sacar bienes del mal

La grandeza del amor consiste en vencer el mal con el bien (cf. Rm 12,21). Porque el amor no disminuye su fuerza cuando encuentra ante sí el muro tremendo de la fragilidad y la miseria humana.

Dentro del dinamismo del amor surge la belleza de la misericordia. No se detiene ante los pecados, no deja de buscar maneras para levantar al hombre caído, para curarle las heridas, para devolverle la dignidad perdida.

Ser mamá. Mucho más que ser ama de casa

En cierta ocasión leí Mafalda la heroína de las historietas de Quino, aquella chiquilla de cabellera ruda, mirada inquisitorial y pensamiento agudo, recorría sorprendida su casa observando la exquisita limpieza de una cocina reluciente y unos pisos brillantes, asombrándose del orden y la pulcritud. Finalmente encuentra a su madre, quien atareada planchaba una enorme pila de ropa, y en uno de esos desplantes filosóficos, muy propios de ella le lanza sin remilgos una fulminante pregunta “Y vos, mamá, si tuvieras vida propia ¿qué serías?”