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B

Buenas noches, Señor 2

Buenas noches, Señor

Antes de cerrar los ojos,
los labios y el corazón,
al final de la jornada,
¡buenas noches!, Padre Dios.

Gracias por todas las gracias
que nos ha dado tu amor;
si muchas son nuestras deudas,
infinito es tu perdón.
Mañana te serviremos,
en tu presencia, mejor.
A la sombra de tus alas,
Padre nuestro, abríganos.
Quédate junto a nosotros
y danos tu bendición.

Buenas noches, Señor 1

Buenas noches, Señor

Se acaba el día, Señor.
Ha habido de todo:
momentos felices y momentos de dolor,
aciertos y equivocaciones.

A esta hora quiero acudir de nuevo a Ti,
para dejar en tus manos todo mi día.

Gracias por mis buenas obras.
Disculpa mis errores.

Todo lo pongo ante tu mirada de Padre.
Sé que me amas tal y como soy.

Sé, también, que mañana me ayudarás
a que las cosas me "salgan" mejor.

Buenas noches, Señor 3

Buenas noches, Señor

Tú, Señor...

Tu, a quien he buscado, Señor,
en este día,
a quien he escuchado,
dame el reposo de esta noche.

Tu, a quien he cantado, Señor,
en este día,
a quien he orado,
dame el reposo de esta noche.

Tu, a quien yo he negado, Señor,
en este día,
a quien he amado,
dame el reposo de esta noche.

Amen

 

Bendito seas, Señor.

Bendito seas, Señor.

 

 Por la Alegrìa de la mañana, bendito seas.
Por la neblina de los campos, bendito seas.
Por la tierra que despierta y por el joven sol,
Bendito, seas por siempre, Señor.

Por el ardor del medio dìa, bendito seas.
Por el frescor de los manantiales, bendito seas.
Por los bueyes y tractores que labran la tierra
Y por la paz de los pueblos,
Bendito seas por siempre, Señor.
Amen.

A la Beatísima Virgen

A la Beatísima Virgen

Os reconozco y os venero, ¡oh Virgen santísima, Reina de los Cielos, Señora y Patrona del universo!, como a Hija del eterno Padre, Madre de su dilectísimo Hijo, y Esposa amantísima del Espíritu Santo; y postrados a los pies de vuestra gran Majestad con la mayor humildad os suplico por aquella divina caridad, de que fuisteis sumamente llena en vuestra Asunción al cielo, que me hagáis la singular gracia y misericordia de ponerme bajo vuestra segurísima y fidelísima protección, y de recibirme en el número de aquellos felicísimos y afortunados siervos

Bondad del acto conyugal

La castidad conyugal es una virtud. Esto significa que es una disposición estable del sujeto para actuar bien, una actitud del corazón ante un comportamiento exterior que procede de una rectitud interior expresada en el acto de unión sexual entre un hombre y una mujer unidos por el sacramento del matrimonio. Dicho de manera simple, el acto conyugal debe ser ante todo una expresión del amor a Dios, una búsqueda de El y de su gloria por sobre todo.

Bioética y “Caritas in veritate”

La bioética también entra a formar parte de la Doctrina social de la Iglesia. Ante la tecnología que ofrece medios e instrumentos que pueden servir para mejorar la salud de los hombres, o que pueden ser usados para destruir a los débiles, los indefensos, los desamparados, la Iglesia tiene que recordar principios éticos que sirven para guiar el correcto uso de esos medios e instrumentos.

Bendito sea el Espiritu Santo

Bendito sea el Espiritu Santo

 

Bendito sea el Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo.
Bendito sea el Espíritu Santo, que hizo hablar a los profetas.
Bendito sea el Espíritu Santo, por cuya intervención María fue Madre.

Bendito sea el Espíritu Santo, cuya unción consagró a Jesús Mesías y Profeta.
Bendito sea el Espíritu Santo, que Dios concede a nuestras oraciones.
Bendito sea el Espíritu Santo, que Jesús prometió como "Otro Defensor".