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Lecturas del Domingo 16 de Agosto de 2009

DOMINGO 16

XX DOMINGO ORDINARIO

Santos: Beato Bartolomé Laurel y compañeros, mártires, Esteban de Hungría, rey, y Roque de Montpellier, peregrino. (Verde)

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 83,10-11)

Dios nuestro y protector nuestro, un solo día en tu casa es más valioso para tus elegidos, que mil días en cualquier otra parte.

ORACIÓN COLECTA

Enciende, Señor, nuestros corazones con el fuego de tu amor a fin de que, amándote en todo y sobre todo, podamos obtener aquellos bienes que no podemos nosotros ni siquiera imaginar y has prometido tú a los que te aman. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Lectura del libro de los Proverbios: 9, 1-6

La sabiduría se ha edificado una casa, ha preparado un banquete, ha mezclado el vino y puesto la mesa. Ha enviado a sus criados para que, desde los puntos que dominan la ciudad, anuncien esto: "Si alguno es sencillo, que venga acá". 

Y a los faltos de juicio les dice: "Vengan a comer de mi pan y a beber del vino que he preparado. Dejen su ignorancia y vivirán; avancen por el camino de la prudencia".Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Doña sensatez ofrece un banquete para los inexpertos. Los incautos aprenderán a su mesa y se saciarán de la oferta de sensatez. El banquete puede comenzar. 

Del salmo 33 R/. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. 

Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor; que se alegre su pueblo al escucharlo. R/. 

Que amen al Señor todos sus fieles, pues nada faltará a los que lo aman. El rico empobrece y pasa hambre; a quien busca al Señor, nada le falta. R/. 

Escúchame, hijo mío: voy a enseñarte cómo amar al Señor. ¿Quieres vivir y disfrutar la vida? Guarda del mal tu lengua y aleja de tus labios el engaño. Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y ve tras ella. R/.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 5,15-20

Hermanos: Tengan cuidado de portarse no como insensatos, sino como prudentes, aprovechando el momento presente, porque los tiempos son malos. No sean irreflexivos, antes bien, traten de entender cuál es la voluntad de Dios. No se embriaguen, porque el vino lleva al libertinaje. Llénense, más bien, del Espíritu Santo; expresen sus sentimientos con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando con todo el corazón las alabanzas al Señor. Den continuamente gracias a Dios Padre por todas las cosas, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

La superficialidad y el simplismo imperantes nos aturden. Los cristianos no podemos ceder ante chantaje alguno. La fidelidad a Jesús nos urge a ser críticos y reflexivos.

ACLAMACIÓN (Jn 5, 56) R/. Aleluya, aleluya. 

El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él, dice el Señor. R/.

Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 6, 51-58

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Yo soy el pan vivo, que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida". 

Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo puede éste damos a comer su carne?". 

Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por Él, así también el que me come vivirá por mí. 

Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para siempre". Palabra del Señor.Gloria a ti, Señor Jesús.

El Señor Jesús extrema y apura la imagen hasta el límite. Él es carne para ser comida y sangre para ser bebida. Quien lo haga, experimentará una vitalidad incomparable.

Credo

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, los dones que te presentamos para esta Eucaristía a fin de que, a cambio de ofrecerte lo que tú nos has dado, podamos recibir de ti, tu misma vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51)

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma de este pan, vivirá eternamente.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Tú que nos has hecho partícipes de la vida de Cristo en este sacramento, transfórmanos, Señor, a imagen de tu Hijo, para que participemos también de su gloria en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La participación en el banquete eucarístico sigue decreciendo. Los bautizados que participan activamente de la vida sacramental disminuyen. El pan de vida que Jesús ofrece sigue ahí. Es un pan que se parte para multiplicar el dinamismo mismo que realiza. Quien recibe el pan de la vida, difunde la vida. La Eucaristía genera un efecto revitalizador. Quienes nos adherimos conscientemente a Jesús, que decide entregar su vida como muerte salvadora, estamos dispuestos a vivir entregando nuestra vida para que los pequeños, los hambrientos y los ignorantes tengan vida en abundancia. La fracción del pan nos lanza a ser testigos y promotores de la vida plena que baja del cielo.