DOMINGO 12
XV DOMINGO ORDINARIO
Santos: Nabor y Félix de Mauritania, mártires, e Ignacio Clemente Delgado, mártir. Beato Mariano de Jesús Euse, presbítero. (Verde)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 16, 15)
Yo quiero acercarme a ti, Señor, y saciarme de gozo en tu presencia.
ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que iluminas a los extraviados con la luz de tu Evangelio para que vuelvan al camino de la verdad, concede a cuantos nos llamamos cristianos imitar fielmente a Cristo y rechazar lo que pueda alejamos de Él. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro del profeta Amós: 7, 12-15
En aquel tiempo, Amasías, sacerdote de Betel, le dijo al profeta Amós: "Vete de aquí, visionario, y huye al país de Judá; gánate allá el pan, profetizando; pero no vuelvas a profetizar en Betel, porque es santuario del rey y templo del reino". Respondió Amós: "Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y cultivador de higos. El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: 'Ve y profetiza a mi pueblo, Israel' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Amós no forma parte de un gremio profético, se dedica a labores agrícolas; sin embargo, escucha "el rugido del Señor" y marcha a profetizar en su nombre contra la casa de Israel.
Del salmo 84 R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor habitará en la tierra. R/.
La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron, la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo. R/.
Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo sus pisadas. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 1, 3-14
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Él con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables a sus ojos, por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que, por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos, para que alabemos y glorifiquemos la gracia con que nos ha favorecido por medio de su Hijo amado.
Pues por Cristo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. Él ha prodigado sobre nosotros el tesoro de su gracia, con toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan que había proyectado realizar por Cristo, cuando llegara la plenitud de los tiempos: hacer que todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, tuvieran a Cristo por cabeza. Con Cristo somos herederos también nosotros. Para esto estábamos destinados, por decisión del que lo hace todo según su voluntad: para que fuéramos una alabanza continua de su gloria, nosotros, los que ya antes esperábamos en Cristo.
En Él, también ustedes, después de escuchar la palabra de la verdad, el Evangelio de su salvación, y después de creer, han sido marcados con el Espíritu Santo prometido. Este Espíritu es la garantía de nuestra herencia, mientras llega la liberación del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Los que seguimos a Jesús no caminamos a ciegas. El Espíritu de Dios nos acompaña y nos auxilia para que descubramos el designio divino y lo vivamos con alegría.
ACLAMACIÓN (cfr. Ef 1, 17-18) R/. Aleluya, aleluya.
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 6, 7-13
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce, los envió de dos en dos y les dio poder sobre los espíritus inmundos. Les mandó que no llevaran nada para el camino: ni pan, ni mochila, ni dinero en el cinto, sino únicamente un bastón, sandalias y una sola túnica.
Y les dijo: "Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se vayan de ese lugar. Si en alguna parte no los reciben ni los escuchan, al abandonar ese lugar, sacúdanse el polvo de los pies, como una advertencia para ellos".
Los discípulos se fueron a predicar el arrepentimiento. Expulsaban a los demonios, ungían con aceite a los enfermos y los curaban. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Los misioneros enviados por Jesús son portadores de un mensaje transformador que lleva alivio y alegría a los poblados de Galilea. La evangelización incluye la humanización.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira bondadosamente, Señor, las ofrendas de tu Iglesia suplicante, y conviértelas en alimento espiritual que ayude a crecer en santidad a todos tus fieles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 56)
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía que hemos recibido, nos ayude a amarte más y a servirte mejor cada día. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Hoy más que nunca resulta inseparable la evangelización de la promoción humana. Las condiciones de marginación social, las escasas oportunidades de acceder a la educación y la salud afectan a grandes sectores de la población. No es suficiente con ponerse una corbata y marchar en parejas por las colonias marginales de las ciudades entregando un mensaje espiritual. El anuncio del Evangelio no está disociado de la vida cotidiana de las personas. No se puede hacer caso omiso de la situación de crisis económica que padecemos. Los primeros cristianos, a decir de Tertuliano, "ponían en común lo único que los paganos tenían como propio, es decir, los bienes materiales... y se reservaban como propio lo que todos tenían en común, la esposa". Conciliaban su fe con un estilo de vida congruente a sus creencias.