MIÉRCOLES 1
Santos: Servando de Culross, obispo, y Oliverio Plunket, mártir. Beato Fernando María Baccilieri, fundador.Feria (Verde)
ANTÍFONA DE
ENTRADA (Lc 12,42)
Éste es el siervo
prudente y fiel, a quien el Señor puso al frente de su familia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en tu
inefable providencia elegiste a san José por esposo de la santísima Madre de tu
Hijo, concédenos tener como intercesor en el cielo a quien veneramos como
protector en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA
PALABRA
Lectura del libro
del Génesis: 21, 5. 8-20
Abraham tenía cien años,
cuando nació su hijo Isaac. Creció el niño y lo destetaron; ese día Abraham dio
un gran banquete.
Sara vio jugando con su hijo Isaac al hijo que Agar, la egipcia, le había dado
a Abraham, y le dijo a éste:
"Despide a esa esclava y a su hijo, pues el hijo de esa esclava no va a
compartir la herencia con mi hijo Isaac". Abraham lo sintió mucho, por tratarse
de su hijo, pero Dios lo consoló, diciéndole: "No te aflijas ni por el
niño ni por tu esclava. Hazle caso a Sara en lo que te dice, porque es Isaac
quien continuará tu descendencia. Aunque al hijo de la esclava lo convertiré en
un gran pueblo, por ser descendiente tuyo".
Se levantó, pues, Abraham de mañana, tomó pan y un odre de agua y se lo puso a
Agar en los hombros, le entregó al niño y la despidió. Ella se fue y anduvo
errante por el desierto de Berseba. Cuando se le acabó el agua, Agar dejó al
niño bajo un matorral y fue a sentarse enfrente, a distancia como de un tiro de
arco, pues decía: "No quiero ver morir al niño".
Entonces el niño rompió a llorar y Dios oyó el llanto del niño. El ángel de
Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: "¿Qué te pasa, Agar? No tengas
miedo, porque Dios ha oído el llanto del niño que está ahí. Levántate, toma al
niño y llévalo de la mano, porque voy a convertido en un gran pueblo".
Entonces Dios le abrió los ojos y vio un pozo con agua. Fue, llenó el odre y le
dio a beber al niño. Dios asistió al niño, que creció, vivió en el desierto y
llegó a ser un gran tirador de arco.
Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
"Donde todo
falta Dios asiste", reza el refrán. Agar e Ismael resienten su condición
de emigrantes y forasteros en medio del desierto, pero Dios se apiada de ellos
y los auxilia.
Del salmo 33 R/. El Señor
escucha el clamor de los pobres.
El Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias.
Junto a aquellos que temen al Señor el ángel del Señor acampa y los protege.
R/.
Que amen al Señor todos sus fieles, pues nada faltará a los que lo aman; el
rico empobrece y pasa hambre; a quien busca al Señor, nada le falta. R/.
Escúchame, hijo mío: voy a enseñarte cómo amar al Señor, para que puedas vivir
y disfrutar la vida. R/.
ACLAMACIÓN (St 1,
18) R/. Aleluya, aleluya.
Por su propia
voluntad el Padre nos engendró por medio del Evangelio, para que fuéramos en
cierto modo, primicias de sus creaturas. R/.
Lectura
(Proclamación) del santo Evangelio según san Mateo: 8, 28-34
En aquel tiempo, cuando
Jesús desembarcó en la otra orilla del lago, en tierra de los gadarenos, dos
endemoniados salieron de entre los sepulcros y fueron a su encuentro. Eran tan
feroces, que nadie se atrevía a pasar por aquel camino. Los endemoniados le
gritaron a Jesús: "¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Acaso has
venido hasta aquí para atormentamos antes del tiempo señalado?".
No lejos de ahí había una numerosa piara de cerdos que estaban comiendo. Los
demonios le suplicaron a Jesús: "Si vienes a echamos fuera, mándanos
entrar en esos cerdos". Él les respondió: "Está bien".
Entonces los demonios salieron de los hombres, se metieron en los cerdos y toda
la piara se precipitó en el lago por un despeñadero y los cerdos se ahogaron.
Los que cuidaban los cerdos huyeron hacia la ciudad a dar parte de todos
aquellos acontecimientos y de lo sucedido a los endemoniados. Entonces salió
toda la gente de la ciudad al encuentro de Jesús, y al verlo, le suplicaron que
se fuera de su territorio. Palabra
del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesús.
Los hombres que
enfrentan a Jesús lo consideran una presencia nociva y peligrosa. La alienación
no les permite reconocer la propuesta humanizadora del Maestro.
ORACIÓN SOBRE LAS
OFRENDAS
Por intercesión de san
José, a quien confiaste la misión de cuidar de tu Unigénito como padre, te
pedimos, Señor, que nos concedas poder ofrecerte dignamente este sacrificio de
alabanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA
COMUNIÓN (Mt 25,21)
Muy bien, siervo bueno y
fiel, entra en el gozo de tu Señor.
ORACIÓN DESPUÉS
DE LA COMUNIÓN
Renovados con este
sacramento que da vida, te rogamos, Señor, que nos concedas vivir para ti en
justicia y santidad, a ejemplo y por intercesión de san José, el varón justo y
obediente que contribuyó con sus servicios a la realización de tus grandes
misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor.