DOMINGO 21
XII DOMINGO ORDINARIO
Santos: Luis Gonzaga, religioso, y Raimundo de Barbastro, obispo. Beata Elena Kafka, mártir. (Verde)
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 27. 8-9)
Firmeza es el Señor para su pueblo, defensa y salvación par Sus fieles. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos por Siempre.
ORACIÓN COLECTA
Padre misericordioso, que nunca dejas de tu mano a quienes has hecho arraigar en tu amistad, concédenos vivir siempre movidos por tu amor y un filial temor de ofenderte. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Lectura del libro de Job: 38, 1. 8-11
El Señor habló a Job desde la tormenta y le dijo: "Yo le puse límites al mar, cuando salía impetuoso del seno materno; yo hice de la niebla sus mantillas y de las nubes sus pañales; yo le impuse límites con puertas y cerrojos y le dije: 'Hasta aquí llegarás, no más allá. Aquí se romperá la arrogancia de tus olas' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Dios se encara con las acusaciones de Job y se manifiesta como el soberano del mundo, que ha impuesto límites y fronteras al océano y señorea sobre el universo entero.
Del salmo 106 R/. Demos gracias al Señor por sus bondades.
Los que la mar surcaban con sus naves, por las aguas inmensas negociando, el poder del Señor y sus prodigios en medio del abismo contemplaron. R/.
Habló el Señor y un viento huracanado las olas encrespó; al cielo y al abismo eran lanzados, sobrecogidos de terror. R/.
Clamaron al Señor en tal apuro y Él los libró de sus congojas. Cambió la tempestad por suave brisa y apaciguó las olas. R/.
Se alegraron al ver la mar tranquila y el Señor los llevó al puerto anhelado. Den gracias al Señor por los prodigios que su amor por el hombre ha realizado. R/.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5, 14-17
Hermanos: El amor de Cristo nos apremia, al pensar que si uno murió por todos, todos murieron. Cristo murió por todos para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Por eso nosotros ya no juzgamos a nadie con criterios humanos. Si alguna vez hemos juzgado a Cristo con tales criterios, ahora ya no lo hacemos. El que vive según Cristo es una creatura nueva; para él todo lo viejo ha pasado. Ya todo es nuevo. Palabra de Dios. Te alabamos" Señor.
Síntesis concisa y plena. El cristiano es criatura nueva, humanidad nueva. El hombre viejo, carcomido por el egoísmo, ha muerto. Dios nos renueva en Cristo.
ACLAMACIÓN (Lc 7. 16) R/. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R/.
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Marcos: 4, 35-41
Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: "Vamos a la otra orilla del lago", Entonces los discípulos despidieron a la gente y condujeron a Jesús en la misma barca en que estaba. Iban además otras barcas.
De pronto se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra la barca y la iban llenando de agua. Jesús dormía en la popa, reclinado sobre un cojín. Lo despertaron y le dijeron: "Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?". Él se despertó, reprendió al viento y dijo al mar: "¡Cállate, enmudece!". Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma. Jesús les dijo: "¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?". Todos se quedaron espantados y se decían unos a otros: "¿Quién es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
El relato de la tempestad calmada muestra a Jesús sobreponiéndose al poder adverso del océano; esas aguas impetuosas representan de alguna manera el caos primordial.
Credo
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza que vamos a ofrecerte, a fin de que purifique nuestros corazones y podamos corresponder a tu amor con nuestro amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 144, 15)
Los ojos de todos los hombres te miran, Señor, llenos de esperanza, y tú das a cada uno su alimento.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has renovado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos que la participación en esta Eucaristía nos ayude a obtener la plenitud de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- A comienzos de este siglo tomamos conciencia de la crisis energética, climática y ambiental que padecemos. La humanidad menosprecia el orden de la naturaleza y se deja llevar por la codicia desmedida y el afán de lucro. El deterioro de la creación es evidente. El caos reaparece en trastornos climáticos constantes. El hombre se endiosa al disponer arbitrariamente de los ecosistemas. Quienes confesamos a Dios Padre, creador de todo cuanto existe, recordamos que la naturaleza esta delante de nosotros como un regalo de Dios. Jesús, contiene el poder caótico de las aguas tempestuosas y restituye la calma. El "milagro" que nos urge multiplicar es el de la restauración del equilibrio entre la naturaleza y la humanidad.