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Lecturas del Sábado 30 de Mayo de 2009

VIERNES 29 

Feria (Blanco) 

ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 1, 5-6) 

Cristo nos ama y nos ha purificado de nuestros pecados por medio de su sangre; Él nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes para Dios su Padre. Aleluya. 

ORACIÓN COLECTA 

Dios nuestro, que por medio del triunfo glorioso de Cristo y de la gracia del Espíritu Santo nos has abierto las puertas del cielo, haz que comprendamos la grandeza de este don para que podamos crecer en la fe y servirte con mayor empeño. Por nuestro Señor Jesucristo... 

LITURGIA DE LA PALABRA 

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 25, 13-21 

En aquellos días, el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesárea para saludar a Festo. Como se detuvieron algún tiempo allí, Festo expuso al rey el caso de Pablo con estas palabras: 

"Tengo aquí un preso que me dejó Félix, cuya condenación me pidieron los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos, cuando estuve en Jerusalén. Yo les respondí que no era costumbre romana condenar a ningún hombre, sin carearlo antes con sus acusadores, para darle la oportunidad de defenderse de la acusación. 

Vinieron conmigo a Cesarea, y sin dar largas al asunto, me senté en el tribunal al día siguiente y mandé que compareciera ese hombre. Los acusadores que se presentaron contra él, no le hicieron cargo de ninguno de los delitos que yo sospechaba. Se trataba sólo de ciertas discusiones acerca de su religión y de un tal Jesús, ya muerto, que Pablo asegura que está vivo. No sabiendo qué determinación tomar, le pregunté a Pablo si quería ir a Jerusalén para que se le juzgara allá de esos cargos; pero como él pidió ser juzgado por el César, ordené que siguiera detenido hasta que yo pudiera enviárselo". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. 

A los ojos de un observador neutral el asunto no pasa de ser una controversia entre diferentes agrupaciones religiosas. El centro del debate está claro, es urgente saber si Jesús está vivo o no. Nosotros sabemos que sí. 

Del salmo 102 R/. Bendigamos al Señor, que es el rey del universo. Aleluya. 

Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/. 

Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. R/. 

En el cielo el Señor puso su trono y su reino abarca el universo. Bendigan al Señor todos los ángeles, ejecutores fieles de sus órdenes. R/. 

ACLAMACIÓN (Jn 14, 26) R/. Aleluya, aleluya. 

El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho, dice el Señor. R/. 

Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 21, 15-19 

En aquel tiempo, le preguntó Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?". Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos". Por segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". Él le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas". Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?". Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería, y le contestó: "Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas. Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo extenderás los brazos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras". Esto se lo dijo para indicarle con qué género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: "Sígueme". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. 

Este diálogo tiene obvias resonancias. Pedro reniega en tres ocasiones de Jesús. Esta triple declaración es una confesión de un amor humilde y sincero. 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Mira, Señor, con bondad las ofrendas de tu pueblo y haz que el Espíritu Santo nos purifique para que podamos presentarte un sacrificio agradable. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Prefacio de Pascua o de la Ascensión

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 16, 13) 

Cuando venga el Espíritu de verdad, dice el Señor, Él los guiará hasta la verdad plena. Aleluya. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Señor, tú que nos purificas y fortaleces por medio de tus sacramentos, haz que nuestra participación en esta Eucaristía nos conduzca a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.