Pasar al contenido principal

Lecturas del Sábado 16 de Mayo de 2009

SÁBADO 16 

Vísperas I del domingo: 2a semana del Salterio Feria (Blanco) 

ANTÍFONA DE ENTRADA (Col 2, 12) 

Por el bautismo, ustedes han sido sepultados con Cristo y con Él han sido resucitados, porque han creído en el poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos. Aleluya. 

ORACIÓN COLECTA 

Dios omnipotente y eterno, que en el bautismo nos has comunicado tu misma vida, haz que todos tus hijos, renacido s a la esperanza de la inmortalidad, alcancemos con tu ayuda la plenitud de la gloria. Por nuestro Señor Jesucristo... 

LITURGIA DE LA PALABRA 

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles: 16, 1-10 

En aquellos días, Pablo fue a Derbe y luego a Listra. Había allí un discípulo, llamado Timoteo, hijo de padre griego y de madre judía cristiana. Timoteo gozaba de muy buena fama entre los hermanos de Listra e Iconio. Pablo quiso llevarlo consigo y lo circuncidó, en atención a los judíos de aquellas regiones, pues todos sabían que su padre era pagano. 

En todas las ciudades por donde iban pasando, daban a conocer las decisiones tomadas por los Apóstoles y los presbíteros de Jerusalén, para que las pusieran en práctica. De esta manera las comunidades cristianas se fortalecían en la fe y el número de creyentes aumentaba cada día más. Como el Espíritu Santo les había prohibido predicar la palabra en la provincia de Asia, Pablo y Timoteo atravesaron Frigia y Galacia. Al llegar a los límites de Misia, se propusieron ir a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió. Entonces atravesaron Misia y llegaron a Tróade. Por la noche, Pablo tuvo una aparición: vio a un macedonio que, de pie ante él, le rogaba: "¡Ven a Macedonia y ayúdanos!". Después de esta visión, determinamos salir para Macedonia, convencidos de que Dios nos llamaba a predicar allí el Evangelio. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. 

Pablo no se desentiende en ningún momento de atender a la voz de Dios. Discierne su llamado y descubre que llega la hora de abrir nuevos caminos al anuncio cristiano. 

Del salmo 99 R/. El Señor es nuestro Dios y nosotros su pueblo. Aleluya. 

Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría y con júbilo entremos en su templo. R/. 

Reconozcamos que el Señor es Dios, que Él fue quien nos hizo y somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/. 

Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia y su fidelidad nunca se acaba. R/. ACLAMACIÓN (Col 3, 1) R/. Aleluya, aleluya. 

Puesto que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. R/. 

Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según san Juan: 15, 18-21 

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a mí antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya; pero el mundo los odia porque no son del mundo, pues al elegirlos, yo los he separado del mundo. Acuérdense de lo que les dije: 'El siervo no es superior a su señor'. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán, y el caso que han hecho de mis palabras lo harán de las de ustedes. Todo esto se lo van a hacer por mi causa, pues no conocen a aquel que me envió". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. 

Este capítulo mantiene una perspectiva polémica. Dios y el mundo representan proyectos contrapuestos. Quien sigue el camino del Padre padecerá el rechazo del mundo. 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Acepta, Señor, en tu bondad, los dones que te presentamos y concédenos tu protección para conservar tu gracia y conseguir la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Prefacio I-V de Pascua. 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 17, 20-21) 

Padre, te ruego por aquellos que creerán en mí, para que sean uno en nosotros y el mundo pueda creer que tú me has enviado, dice el Señor. Aleluya. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Señor, que tu amor paterno proteja siempre a quienes has salvado por medio de la pasión de tu Hijo, y que Cristo resucitado sea la fuente de todas nuestras alegrías. Por Jesucristo, nuestro Señor.