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Oraciones a los ángeles

Oración a San Miguel

Oración a San Miguel

Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha, sé nuestro amparo contra la maldad y las asechanzas del demonio. Pedimos suplicantes que Dios lo mantenga bajo su imperio; y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el poder divino, a Satanás y a los otros espíritus malvados, que andan por el mundo tratando de perder a las almas. Amén.

Oración a todos los Angeles y Santos

Oración a todos los Angeles y Santos

Angeles, Arcángeles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades, Virtudes de los cielos, Querubines y Serafines, Santos y Santas todos de Dios, especialmente mis Patronos, interceded por mí para que pueda ofrecer dignamente a Dios omnipotente este sacrificio, para alabanza y gloria de su Nombre y en beneficio mío y de toda su Santa Iglesia. Amén

Oración a San Miguel Arcángel

Oración a San Miguel Arcángel

  

Gloriosísimo Príncipe de los ejércitos Celestiales. San Miguel
Arcángel, defiéndenos en el combate contra los principados y las
potestades, contra los caudillos de estas tinieblas del mundo, contra
los espíritus malignos esparcidos en los aires.

Ven en auxilio de los hombres que Dios hizo a Su imagen y semejanza,
y rescató a gran precio, de la tiranía del
demonio.

Oraciones al Angel de la Guarda

Oraciones al Angel de la Guarda

 

Angel de Dios que eres mi custodio
ya que la Soberana Piedad
me ha encomendado a tí

guíame y protégeme por siempre

Amen.

ANGEL SANTO DE MI GUARDA

 

Angel santo de la guarda,
compañero de mi vida,
tú que nunca me abandonas,
ni de noche ni de día.

Aunque espíritu invisible,
sé que te hallas a mi lado,
escuchas mis oraciones
y cuentas todos mis pasos.

Oración al Angel de la Guarda

Oración al Angel de la Guarda

 

Ángel de mi guarda, en este día que comienza , quiero pedirte, ya que tu tienes la misión encomendada por Dios, de velar y de cuidar de mí en esta vida, que me acompañes en este nuevo día , y precedas a lo largo de todo él todos mis pasos para evitar la caída. Que no me falte nunca y en ningún momento tu consejo, para que sepa elegir siempre lo bueno y lo más perfecto, aquello que sea agradable a Dios, según su Voluntad y para gloria de su Santo Nombre.