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Oraciones a la Virgen María

Alabanzas Marianas (de los Santos Padres)

Alabanzas Marianas (de los Santos Padres)

Ave, alegría que deseamos.

Ave, exaltación del gozo de la Iglesia.

Ave, nombre que mana dulzura.

Ave, rostro que mana bondad divina.

Ave, morada de santidad.

Ave, Madre revestida de luz, que engendras al Sol sin ocaso.

Ave, Madre pura en santidad.

Ave, fuente saltarina de agua que lleva a la vida.

Ave, Madre misteriosa e inexplicable.

Ave, libro nuevo que encierra el nuevo mensaje de Dios.

Ave, alabastro que contienes la mirra de santidad que procede de Dios.

Alabanza

Alabanza

Virgen María, eres sosiego y ternura
eres la luz y la fe,
rezando tu Santo Rosario,
encuentro consuelo al dolor.
Perdona mi culpa
si en algo te falto,
pido al Señor vivir para alabarte.

Amén

Akatisthos

Akatisthos

¡Salve, oh Vos, por Quién resplandecerá la alegría!
¡Salve, oh Vos, por Quién cesará la maldición!
¡Salve, Restauración del Adán caído!
¡Salve, Redención de las lágrimas de Eva!
¡Salve, oh Cima inaccesible al humano entendimiento!
¡Salve, oh Abismo impenetrable aún a los ojos de los mismos ángeles!
¡Salve, porque sois el Trono del Rey!
¡Salve, porque lleváis a Aquél que lo lleva todo!
¡Salve, Estrella que anunciáis al Sol!
¡Salve, Seno de la divina Encarnación!

A la Señora de todos los pueblos

 A la Señora de todos los pueblos

Señor Jesucristo,
Hijo del Padre,
manda ahora Tu Espíritu sobre la tierra.
Haz que el Espíritu Santo habite
en el corazón de todos los pueblos,
para que sean preservados de la corrupción,
de las calamidades y de la guerra.
Que la Señora de todos los Pueblos,
que un día era María,
sea nuestra Abogada.
Amén

15 minutos con Maria Auxiliadora

15 minutos con Maria Auxiliadora

¡María! ¡María! ¡Dulcísima María, Madre querida y poderosa Auxiliadora mía! Aquí me tienes; tu voz maternal ha dado nuevos bríos a mi alma y
anhelosa vengo a tu soberana presencia... Estréchame cariñosa entre tus brazos... deja que yo recline mi cansada frente sobre tu pecho y que deposite en él mis tristes gemidos y amargas cuitas, en íntima
confidencia contigo, lejos del ruido y bullicio del mundo, de ese mundo que sólo deja desengaños y pesares.

Oración por las vocaciones 8

Oración por las vocaciones

Virgen María, humilde hija del Altísimo,

en tí se ha cumplido de modo admirable

el misterio de la divina llamada. Tu eres la imagen de lo que Dios cumple

en quien a Él se confía;

en ti la libertad del Creador

ha exaltado la libertad de la criatura.Aquel que es nacido en tu seno

ha reunido en un solo querer la libertad salvífica de Dios

y la adhesión obediente del hombre.Gracias a Ti, la llamada de Dios

Madre Nuestra

Madre Nuestra

Te damos gracias, Padre,

porque has hecho en María

grandes maravillas.

Ella es una criatura como nosotros,

pero Tú la hiciste Madre tuya,

estamos orgullosos de María,

porque forma parte de nuestro pueblo,

nosotros la llamamos bienaventurada

pues Tú te fijaste en su humildad.

por ella Jesús se hizo uno de nosotros,

para que llegáramos a ser hijos tuyos.

A través de María

nos llegó la Misericordia,

Maria en el corazón de la Trinidad

María en el corazón de la Trinidad

María, llena de gracia

y colmada por el Espíritu Santo,

has amado a Jesús,

como ninguna otra madre puede amar;

no con un amor que nace del vacío

y se apega al niño, controlando

y acaparando su libertad de hijo

para calmar su propio sufrimiento

y su angustia de madre.

Tú lo has amado con un amor

que nace de la plenitud,

dando tu vida en el amor.

Entre los santos de todas las épocas,

tú tienes un lugar muy especial

en el corazón de la Trinidad

Oración a la Santísima Virgen de los dolores

Oración a la Santísima Virgen de los dolores
Virgen Santísima de los Dolores que por voluntad del Padre compartiste con tu Hijo Jesucristo sus dolores y padecimientos por la Redención de todos los hombres enséñanos a saber asociar todos los sufrimientos de nuestra vida diaria a los de Jesucristo nuestro Salvador.
Ayúdanos a saber participar generosamente como Tú de la Cruz de Jesucristo tu Hijo, cumpliendo con fidelidad nuestros deberes de familia y de Bautizados.

Oración a la Virgen por la muerte de un hijo

 

Oración a la Virgen por la muerte de un hijo

Señora Mía

¡Qué dolor el tuyo!

¡Qué dolor el mío!

¡Qué dolor el de ambas!

¡Se nos ha muerto un hijo!

 

El tuyo más grande,

el mío pequeñito,

¡Los dos tan hermosos!

¡Un Dios y un niñito!

 

¡Qué dolor el tuyo,

entregarlo a los hombres;

qué dolor el mío,

entregárselo a Dios!

 

¡Qué alegría la tuya! ¡Me alegro por ti!

¡Vives ya con ellos! ¡Te abrazan al fin!