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Oraciones a la Virgen María

Madre Protectora

Madre Protectora

Del alumno que os implora
sed maestra, sed salud.
Sed, María, Protectora
de esta Escuela de virtud.
La Fe nos ha de salvar,
que es la virtud muy sublime,
haced que ella nos anime
para creer sin dudar:
todo se puede lograr,
siendo vos la mediadora.
Sed, etc.
Esperanza duradera
tendremos hasta morir;
todos queremos seguir
la ley santa y verdadera;
y, pues todo el mundo espera
salvarse por vos, Señora.
Sed, etc.
Me manda la Caridad

Oración por la Iglesia 2

Oración por la Iglesia

El catequista debe ser persona con empuje:
persona audaz.
María abierta a la palabra: con el silencio
preparó el corazón para la audacia.
María capacitada por el Espíritu:
con la oración serenó su corazón Para la audacia.
María entregada al servicio: con la generosidad
entregó su corazón para la audacia.

Maria, enséñame a conocer a Jesús

Maria, enséñame a conocer a Jesús

  

 

María, Madre de Jesús,
ayúdame a aceptar a Jesús como luz
en mi vida.
Tú ves que hay en mí tinieblas
Que yo mismo no conozco.
Haz que no se resistan a la luz de Jesús
sino que se abran a El.
En el examen de conciencia,
en la confesión,
en la dirección espiritual,
en la meditación
y en la escucha de la palabra de Jesús.

Madre, aquí estoy

Madre, aquí estoy

Madre, ¿quieres mi trabajo?
- Aquí estoy.

¿Quieres que todas las fuerzas de mi espíritu
lentamente se desangren?
- Aquí estoy.

¿Quieres mi muerte?
- Aquí estoy,
pero procura que todos
los que tú me has confiado
amen a Jesús,
vivan para Jesús,
y aprendan a morir por Jesús.
Amen

Lléname de paz

Lléname de paz

María, madre de Dios, Madre mía, Reina de la Paz,
pide a tu hijo Jesús me conceda el don de la Paz.
Ora por mí para obtener Paz, paz en mi corazón,
paz en mi mente y alma, paz en mi familia,
paz con todos aquellos que encuentro en mi camino,
la paz de Jesús.

Jesús, mi Señor y Salvador, mi hermano,
Rey de la paz, acudo a Tí con María, Reina de la Paz,
para pedirte humildemente el don del Paz.
Derrama sobre mí tu Espíritu Santo de la Paz.

La Virgen María, Madre de Dios

La Virgen María, Madre de Dios

«Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María, que eres Virgen hecha Iglesia y elegida por el santísimo Padre del cielo, a la cual consagró Él con su santísimo amado Hijo y el Espíritu Santo Paráclito, en la cual estuvo y está toda la plenitud de la gracia y todo bien» (San Francisco, Saludo a la B.V. María).

La Soledad

La Soledad

"Estaba la Madre dolorosa,
junto a la Cruz y lloraba
mientras el Hijo moría.
Su alma triste y amorosa,
traspasaba dolorosa
una espada de agonía.

¡Cuán triste y afligida
se vio la madre querida
de tantos tormentos llena!.

Cuando ante sí contemplaba
y con firmeza aceptaba
del Hijo amado la pena.

¿Y cuál hombre no llorara
si a la Virgen contemplara
sumergida en tal dolor?

¿Y quién no se entristeciera,
si así, Madre, te sintiera
sujeta a tanto rigor?