Padre Nuestro por la paz
Padre Nuestro por la paz
Dios mío, enséñame el secreto de una paz estable y sólida; enséñame a
ordenar armoniosamente mi vida interior, de manera que asegure el predominio de la voluntad y de la razón sobre todos mis sentimientos, sobre todos mis actos, y enséñame, sobre todo, a someter mi voluntad a la tuya.
Padre lleno de bondad que nos revelaste en Jesucristo tu amor y tu
ternura, infunde tu espíritu de santidad en todas las familias de
nuestra diócesis de Córdoba (u otra diócesis).
Renueva en todos los cónyuges la alianza del matrimonio: que su
afecto y apoyo mutuo fortalezcan su confianza y su fidelidad, que en
toda familia reine el diálogo, el respeto a la vida, la comprensión y
la paz.
Oh Dios, de quien procede toda paternidad
en el Cielo y en la Tierra, Padre, que
eres amor y vida, haz que cada familia humana
sobre la Tierra se convierta por medio de Tu
Hijo Jesucristo, nacido de mujer y del Espíritu
Santo, fuente de caridad divina, en verdadero
santuario de la vida y del amor para las
generaciones que siempre se renuevan.
Mi Dios y Señor, eres Tú el Creador y el Padre verdadero de mis hijos, a Tí pertenecen, por eso yo te los ofrezco pidiéndote que los bendigas cuando los bendigo en Tu nombre.
No te pido que les des ni riqueza ni pobreza, solamente lo que es necesario para que vivan honradamente.
Señor, Dios de la paz, Tu que creaste a los hombres para ser herederos de tu gloria, Te bendecimos y agradecemos porque nos enviaste a Jesús, tu hijo muy amado.
Tu hiciste de El, en el misterio de su Pascua, el realizador de nuestra salvación, la fuente de toda paz, el lazo de toda fraternidad.
Te agradecemos por los deseos, esfuerzos y realizaciones que tu Espíritu de paz suscitó en nuestros días, para sustituir el odio por el amor, la desconfianza por la comprensión, la indiferencia por la solidaridad.
Dios de infinita misericordia y bondad,
con corazón agradecido te invocamos hoy en esta
tierra que en otros tiempos
recorrió san Pablo.
proclamó a las naciones la verdad de que en
Cristo dios reconcilió al mundo consigo. Que tu
voz resuene en el corazón
de todos los hombres y mujeres,
cuando los llames a seguir
el camino de reconciliación y paz,
y a ser misericordiosos como tu.
Señor, tú diriges palabras de paz
a tu pueblo y a todos
Padre Dios, te damos gracias
porque nos permitiste participar
de tu paternidad divina, al darnos
los hijos que tenemos.
Son tuyos: queremos que los lleves
de tu mano por el camino de la vida,
que crezcan bajo tu protección y
hagan tu voluntad aquí en la tierra.
Cuídalos y consérvalos buenos y sanos,
en su alma y en su cuerpo,
para que un día alcancen la verdadera
felicidad en el cielo.
Yo sé muy bien que solo no voy a poder arreglar el
mundo y poner fin a este odio terrible que existe en
el corazón de algunos hombres. Estoy rezando por la
paz de la humanidad, porque soy joven y estoy
cansado de ver que cuando más los hombres
conversan y buscan medios políticos para resolver
sus problemas más se hunden en el odio, armándose
hada los dientes, matando e hiriendo a causa de
ideales mezquinos
Era pobre y silenciosa,
Pero con rayos de luz;
Olor a jazmín y a rosa
Y el niño que la alboroza:
Es la casa de Jesús.
Un taller de carpintero
Y un gran misterio de fe;
Manos callosas de obrero,
Justas manos de hombre entero:
Es la casa de José.
Había júbilo y canto;
Ella lavaba y barría,
Y el arcángel saludando
Repetía noche y día:
"Es la casa de María".