Miren al suelo, corran la voz
que entre los hombres está el Señor
No hagan castillos para soñar
pues cada día tiene su afán.
Marchó el Señor dejando como encargo
cambiar el mundo en todos sus cimientos
algún día vendrá y pedirá cuentas
pagará cada cual según su esfuerzo.
Querrá el Señor razón clara y concreta
del mal y hasta del bien que no hemos hecho.
el Señor será justo en sus sentencia:
Hoy no se puede estar mirando al cielo.
(bis)
Está la libertad encarcelada
los bienes en poder de pocos dueños
es el hambre la espiga que más crece
y la envidia nos recorre por el cuerpo.
Quebraron la garganta del que hablaba
gritando la verdad a los mil vientos
Por maestro se puso al mentiroso
Hoy no se puede estar mirando al cielo. (bis)
Cristianos de éste nuestro siglo veinte
ya dejen de esconderse entre rezos.
Hablen menos de Dios, muéstrenlo en obras,
son las obras la medida de lo cierto.
Sí, dejen en su casa las palabras
y hablen el lenguaje de los hechos.
Hoy los golpes de pecho no convencen
Hoy no se puede estar mirando al cielo.
(bis)