Debes amar la arcilla que va en tus manos,
debes amar su arena hasta la locura
y si no, no la emprendas que será en vano.
Sólo el amor, alumbra lo que perdura,
sólo el amor convierte en milagro el barro. ( bis)
Debes amar el tiempo de los intentos,
debes amar la hora que nunca brilla
y si no, no pretendas tocar lo cierto.
Sólo el amor engendra la maravilla,
sólo el amor consigue encender lo muerto. ( bis)