Mi vida es encrucijada
de cruces y de dolores,
de sombras y sufrimientos,
de dudas y de temores.
Y hoy, Señor, vengo a ofrecerte
mis penas y mi agonía,
porque todo forma parte,
parte de la vida mía.
1.- La cruz de mis sinsabores,
la cruz de mis sobresaltos,
la cruz de mis decepciones
y la cruz de mis fracasos.
La cruz de mis amarguras,
la cruz de mis sufrimientos,
la cruz de mis desencantos
y la cruz de mis tormentos.
2.- La cruz de mi enfermedad,
la cruz de mis desazones,
la cruz de mi aburrimiento
y la cruz de mis dolores.
La cruz de mi ancianidad,
la cruz de mis soledades,
la cruz de todas mis penas
y la cruz de mis achaques.