Jesucristo, yo siento tu voz.
Tú me has dicho: «Ven y sígueme,
déjalo todo y dalo a los pobres,
quiero que seas sal y luz.
Confia siempre
porque a tu lado estoy».
Aquí Señor tienes mi vida,
que quiere ser presencia de tu amor,
sé que no es fácil seguir tus huellas,
pero con tu fuerza seré fiel.
Te serviré entre los hombres,
tu Reino anunciaré,
porque a tu lado quiero caminar.
Te serviré entre los hombres,
tu cruz abrazaré,
si no respondo vuélveme a llamar.
Amén.