Hoy Señor te daré
las gracias por mi vivir;
por la tierra y mis amigos,
porque siempre fui feliz.
Por el tronco en que nací
y la savia que encontré,
y los brotes que nacieron
portadores de tu fe.
Por las veces que caí
y las que me levanté,
porque siempre en ellas vi
el amor de tu poder.
Por lo bueno que viví
y en lo que sentí dolor;
siempre en todo yo te vi:
Te doy gracias, Señor.