.-Buscador de oro,
por tus venas corre
polvo de sudor y luz,
y entre tus arrugas
un filón se esconde
de amarguras y de cuz
Forjador de sueños,
rompedor de moldes,
sabedor de ingratitud.
Solo en el camino
y molido a golpes
te encontraste con Jesús.
Quién lo iba a decir,
quién lo iba a pensar,
buscador de oro,
Él te iba a buscar.
Quién lo iba a decir,
quién lo iba a pensar,
buscador de oro,
Él te iba a encontrar.
Bebedor de engaños,
vividor de horrores,
de la peor esclavitud,
la que va por dentro,
te libró aquel hombre
que colgaba de una cruz.
Muerto entre los muertos,
pobre entre los pobres,
solo te quedabas tú.
Rumbo a ningún puerto,
pescador sin nombre,
te encontraste con Jesús
Quién lo iba a decir,
quién lo iba a pensar,
tus redes vacías
él las fue a llenar.
Quién lo iba a decir,
quién lo iba a pensar,
pescador de hombres,
Él te fue a pescar.
Vendedor de cielos,
comprador de soles,
soñador de juventud
que pasaste el tiempo
marchitando flores,
corroído de inquietud.
Te llegó el desierto,
te alcanzó la noche,
vajo el peso de la cruz,
y caíste al suelo,
pescador sin norte,
ese norte era Jesús.
Quién lo iba a decir,
quién lo iba a pensar,
pescador sin norte,
Él te iba a pescar.
Quién lo iba a decir,
quién lo iba a pensar,
buscador de oro,
Él te iba a buscar.
Quién lo iba a decir,
quién lo iba a pensar,
buscador de oro,
Él te iba a encontrar,
buscador de oro,
Él te iba a encontrar.