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¡Yo te ayudo, mami!

Hoy
en día, cada vez se vuelve más necesaria la cooperación de todos los
miembros de la familia en el cuidado y limpieza del hogar, sobre todo
cuando papá y mamá trabajan. Por eso debemos inculcar a nuestros hijos
conciencia y compromiso sobre la limpieza y orden en el hogar.

¿Cómo enseñarlos?

Que nuestros hijos vivan valores como la limpieza y el orden, no
sólo les desarrollará habilidades para el futuro, sino que también
aprenderán así a ser más responsables y respetuosos.

Para que inculques a tus hijos cooperación en el hogar:

* Realiza una lista de los distintos trabajos de la casa, y acuerda
por periodos de una semana, las actividades que le corresponden a cada
quien.

* Para que se sientan motivados, escribe sus nombres en un cartelón
e inventa un sistema para ganarse palomas, puntos, estrellas, o lo que
creas conveniente.

* Enséñalos a que hagan bien las cosas (tender la cama por
ejemplo), y recuerda que desarrollar una habilidad se lleva tiempo. Se
requiere de tiempo, paciencia y tenacidad para que lo aprendido se
convierta en hábito.

La magia de la motivación

Existe un ingrediente que hace mucho más fácil educar a nuestros hijos y sembrar en ellos valores y compromisos: la motivación.

Si motivamos a nuestros hijos en todo lo que realizan y en vez de
regañar por que no hicieron (o dejaron de hacer) algo y empezamos a
premiar por aquello que hicieron correcta y oportunamente, obedecerán
felices tus instrucciones, ya que nos estaremos enfocando en lo
positivo de sus acciones y no en lo negativo.

Para motivarlos a que se preocupen y apoyen en los quehaceres del
hogar, recuerda que lo puedes hacer de distintas maneras: con pequeños
juguetes, dulces, con estrellitas, medallas, con una invitación a cenar
o al cine, con un abrazo o un beso (indispensable).

Además, para aplicar esta técnica (motivación) de la mejor manera, no olvides que:

* La motivación se la debes dar inmediatamente después de que tu hijo tuvo la conducta que querías.

* Ésta debe ser proporcional al esfuerzo; entre mayor esfuerzo de su parte, una motivación y recompensa más grande.

* Al implantar un nuevo hábito, dale tiempo a tu hijo para que lo
asimile, y siempre enfatiza lo positivo de cualquier pequeño avance.

* Cuando tu hijo ya adquirió el hábito, es recomendable que lo
motives algunas veces sí y otras no. Puede ser de una manera espaciada
de acuerdo con una razón fija, por ejemplo, cada cinco veces que se dé
la conducta esperada.

* Recuerda que aunque los motives de manera material (juguetes,
dulces), debes acompañarlo siempre de un abrazo o un cariño. De esta
manera se dará cuenta lo bien que pudo llegar a sentirse por haber
tenido esa conducta.

* Sin embargo no olvides mostrarle tu cariño aún y cuando no haya
logrado la meta que buscas para que se dé cuenta que tu cariño es
incondicional, en tanto motívalo a lograrla y siempre dile lo mucho que
lo quieres.

Predica con el ejemplo...

No olvides que nuestros hijos aprenden más de lo que observan de
nosotros, así es que si deseas que apoyen en las tareas del hogar,
predica con el ejemplo. Que ellos se den cuenta que sus padres son un
equipo que colabora para mantener un hogar limpio y en orden. ¡Manos a
la obra!