¿Es el Islam una religión fundamentalista? ¿Es una religión medieval, basada en el Corán, el libro como única fuente de revelación? En este caso, sería una religión anclada en unas formas culturales antiguas que no se actualizan y por esto es más propia de una época de pueblos “nómadas”. No me parece justo ni verdadero simplificar así el problema. Pienso que el fundamentalismo actual tiene unas causas de las que nosotros no somos ajenos. Intentaré explicarme: la reducción de la religión al ámbito privado puede haber provocado por un lado el ateismo contemporáneo, y como fruto de la consiguiente destrucción de la unidad de la persona, una separación entre fe y vida, y por tanto nada tiene de extraño que proliferen en nuestra época los fundamentalismos; e incluso las conversiones al islamismo, pero serían debido –aporta un estudio de “Alfa y Omega”- como que “el vacío de verdad y de sentido, propio de la mentalidad escéptica difundida en Europa, es rellenado de un modo ventajoso por una religión que pide sólo un acto de fe en Dios y parece no poseer dogmas, misterios, estructuras jerárquicas, ritos sacramentales”.
En una sociedad que desea ser pluricultural y plurireligiosa, ¿por qué este diálogo con el Islam es difícil? Por una parte, dice Ratzinger, observamos que en los musulmanes no hay una ortodoxia ordenada y común a todos sus pueblos. En una palabra, encontramos un islam noble y otro terrorista, y no sería justo identificarlos. En cualquier caso, hay algunos factores que dificultan el diálogo pues las divergencias a veces son profundas: ahí la Iglesia y Estado van juntos, no pueden separarse. "El Corán marca a la sociedad dede el principio hasta el final". Además, hay un sometimiento de la mujer al hombre, y muchas cosas de derecho penal que se contraponen a la sociedad moderna. Ellos responden diciendo: "sí, nosotros somos la fuerza esencial de la religión". Y esto incluso fascina a muchos, les da un momento de vivencia especial.
La diferenciación doctrinal es muy grande. Los musulmanes consideran a Jesús como el último de los profetas y muchos pasajes del Evangelio están recogidos en el Corán. Por ejemplo, el nacimiento virginal de Jesús o la santidad y virtud de María. Pero la revelación islámica culmina en Mahoma, que explica el pacto que Dios comenzó en Abraham. Sin embargo, parece como si al desgajarse del torrente de vida cristiana, pierde aspectos sustanciales. Concretamente, quería detenerme en que no nos presenta un Dios cercano sino lejano, pues subraya la trascendencia de Dios. No es una religión de conocer a Dios sino una religión de salvación. Como la providencia divina lo guía todo, hay una tendencia entre libertad y predestinación que lleva tanto al fatalismo como al goce de disfrutar de los bienes de cada día. Dios está siempre fuera del mundo, se pierde el mensaje revelado de Emmanuel, Dios-con-nosotros. Es siempre Majestad que infunde respeto.
Sin duda, su religiosidad es modélica en un mundo secularizado: La oración es vital en el Islam, pero es oración de asombro, alabanza y sumisión, no conoce la relación fundamental de la religión cristiana: hijo-padre (la relación del creyente con Dios no trasciende la de criatura-creador o la de esclavo-amo). Dios perdona siempre que haya fe, que no haya incredulidad o apostasía; pero no es un perdón en el sentido cristiano y de ahí su fatalismo (no se conoce la redención de Dios a través de su Hijo). Cristo nos dice que pidamos perdón a Dios como un hijo a su padre, pues lo propio de Dios es ser misericordioso: es un padre que tiene entrañas de misericordia y no puede no perdonar y acoger amorosamente al hijo que vuelve a casa.
La vida ascética musulmana, por contraste, consiste en sucesivas conversiones mediante la petición de perdón por los pecados, ayuno y obras de misericordia. El aspecto sacrificial, expresado en el sacrificio de animales, es signo de la ofrenda a Dios del corazón.
Es una religión que se basa en la confianza de que quien cree en Dios (en las palabras divinas recogidas el Corán), y en Mahoma: quien