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Selena Gómez: bonita por fuera, bonita por dentro

 “Bonita por fuera, bonita por dentro”. ¿Qué es? No se trata de una adivinanza tradicional, aunque sí lo parece. Más bien encierra una fórmula-criterio a la que apuntan muchas jóvenes de nuestro tiempo. 

 No se puede negar que haya tantas otras –varones también– para quienes el valor supremo de su vida consiste en cuidar “su figura” y su imagen externa, aun a costa de la misma salud o de la propia alma… sólo por alinearse con unos cánones de belleza que dicta la moda del momento.

 Se trata de Selena Gómez. Los más pequeños de casa posiblemente la conozcan, ya que unos años atrás acompañaba al dinosaurio morado Barney interpretando el papel de la niña Gianna. Allí inició su carrera en la industria del entretenimiento a la edad de 10 años. 

 Cinco años después, y tras numerosas ofertas e interpretaciones, Selena tiene ya su propio programa (The Wizards of Waverley Place) en el afamado Disney Channel, donde tiene el papel principal.

 Pero lo que hace especialmente atractiva a esta “pequeña” actriz no es su fresca sonrisa ni sus juveniles, sedosos y bien cuidados cabellos. Unos meses atrás, en una entrevista concedida a Extra, Selena hizo pública su intención de vivir en castidad hasta el matrimonio. 

 Para recordarse a sí misma esta promesa, desde los 12 años quiso llevar un “anillo de pureza”, tal como hacen los tres Jonas Brothers, el grupo de pop juvenil número uno en los Estados Unidos. Alguno, mal intencionado, puede preguntarse si tal decisión no busca secretamente granjearse más atención y popularidad… 

 ¿Ganarse la atención de los medios de comunicación con una promesa de castidad? No parece una estrategia muy inteligente, más bien resulta extraño cuando lo más “normal” sería lo contrario: abandonarse en la ola de promiscuidad y probar las relaciones simplemente porque “todos lo hacen”. Los escándalos, las historias rosas, los chismecillos, esos sí que dan noticia… 

 Selena misma, a quien disgusta que la comparen con otra Miley Cyrus (también ella estrella de Disney), confiesa que usa el anillo no para dar lecciones a nadie ni para presumir: «Voy a cumplir mi promesa en primer lugar por mí misma, por mi familia y también por Dios». «Esto es algo entre Dios y yo». A la pregunta de si tiene novio responde cándida y sorprendida: «Sólo tengo 15 años. No necesito un novio ahora».

 Por la historia del arte sabemos que en la Antigua Grecia los artistas tenías unas ideas muy claras respecto a los cánones de belleza. Además de su obsesión matemática por descubrir o alcanzar la proporción áurea en sus obras arquitectónicas y en sus esculturas, el griego aspiraba a un ideal muy preciso para la hermosura del hombre. Con él buscaban expresar algo más que la belleza corporal, que por tanto pudiera significar al hombre entero (cuerpo y alma) en su unidad indivisible. 

 Este ideal lo concentraban en dos palabras y era: kalós kai agathós; es decir, “bello y bueno”. En otros términos, que la persona bella y “guapa” es la que es bonita por fuera, bonita por dentro.

 *Con datos de LifeSiteNews.com, del 18 de junio de 2008.