fa mexicana, Emma Godoy, decía que existen dos formas de liberar a la mujer: la que se hace del cuello para arriba y la que se da del cuello para abajo. Ella decía que la mujer debía apostar por la liberación de la cabeza, por el cultivo de la inteligencia y de la voluntad.
Hemos de identificar los problemas más acuciantes:
1. Educación: superar los rezagos educativos, sobre todo el analfabetismo, y mejorar las oportunidades de educación de la mujer. Destacar la importancia de la formación cultural y del carácter. Programas culturales y artísticos que abran nuevas perspectivas y ayuden al conocimiento de los clásicos. Reforzar la educación extraescolar de mujeres adultas que no pudieron cubrir la escolaridad básica.
2. Salud. Garantizar el acceso a los servicios integrales de atención a la salud de salud. Ayudar a que la población más desprotegida aprenda nociones de nutrición, como un medio para fortalecerse y evitar la desnutrición y la anemia, que son las enfermedades más extendida en el país. Dar más cobertura a los métodos de planificación naturales que a los artificiales, para el beneficio de la salud de las mujeres (ya que así no se verá afectada por los efectos colaterales de los anticonceptivos).
3. Fortalecer la filosofía del trabajo bien hecho, las oportunidades laborales y la participación de la mujer en todos los ámbitos de decisión. Destacar la importancia de la ética en el trabajo y valorar los trabajos del hogar, muchas veces a través del agradecimiento por parte del marido y de los hijos.
4. Conocimiento de los derechos humanos y de los caminos que tiene la mujer para su participación política. Igualdad jurídica de hombres y mujeres en base a nuestra Constitución. Concesiones a la mujer que está embarazada o que acaba de dar a luz.
5. Evitar la violencia intrafamiliar a través de la educación y de los medios de comunicación social. Pedir ayuda a los dirigentes del radio y la TV (programas y telenovelas que no tengan la tónica del mal humor y. la violencia, que fomentan el mimetismo).
6. Combatir la pobreza a través de la capacitación de las mujeres, de su autoestima y del crédito a la pequeña empresa.
7. Apoyar a las mujeres que trabajan y son madres de familia para que, por su horario de trabajo, no desatiendan a sus hijos. Proteger la maternidad y la lactancia.
8. Prestigiar las labores domésticas. El trabajo del hogar es imprescindible para el bienestar familiar. Las tareas del hogar no son exclusivas de la mujer, sino que se ha de fomentar que el varón colabore en ellas en la medida de lo posible, por eso se ha de valorar o revalorizar el trabajo no remunerado que las mujeres llevan a cabo. Las labores del hogar se han de apreciar en toda su proyección social.
9. Centrar el valor de la sexualidad, como parte de la educación del carácter y de la afectividad, en la vida de mujeres y hombres. Destacar el valor de la continencia en los solteros y de la fidelidad en los casados.
10. Propiciar la eliminación de imágenes que denigran a la mujer y la exhiben como objeto de placer. Los mensajes de algunos medios de comunicación social proyectan imágenes negativas o que denigran a la mujer.
11. Propiciar el diálogo con los directivos de las empresas televisivas y radiofónicas para mejorar la imagen femenina, para dar directrices que mejoren la imagen del trabajo del hogar y para promover la educación alimentaria.
12. Apoyo educativo y social a las mujeres indígenas, respetando sus tradiciones y lengua.
13. En las zonas desérticas y semidesérticas, hacer campañas de valoración y de ahorro de agua. Mejorar el drenaje y los cauces para aprovechar el agua de lluvia.
Estos retos se los proponemos a los Institutos de la Mujer del país y a las organizaciones que trabajan a favor de las mujeres.