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¿Por qué el tema de la mujer?

¿Por qué el tema de la mujer?

Por: Andrea Aranda Siliceo

Siempre he pensado que la mujer, sin el afán de encabezar un falso
protagonismo, es sin duda pieza clave en la sociedad y en la humanidad
misma, es ella quien proporciona la vida al ser humano, participa de la
creación con la maravilla de ser madre.
Con esto no pretendo dejar al hombre fuera de este milagro de la vida, pues
él es también colaborador esencial en esta co-creación. Pero es en la mujer
en la que se ha depositado este don inmenso.

En toda la historia de la humanidad la mujer aparece siempre como educadora,
como primera formadora de sus hijos, como aquélla que inculca los
principales valores e ideas en el ser humano. No hay persona que no tenga en
su propia filosofía de vida enseñanzas de la madre, frases, hechos etc . La
mujer es, en la familia, pieza fundamental en la unión de la misma, en la
conservación de las propias costumbres y tradiciones.

Sin embargo, desde hace siglos se ha denigrado toda esa labor que ha marcado
de una manera importante el progreso de la historia de la humanidad.
Prácticamente le están quitando a la mujer el privilegio de ser llamada el
núcleo de la familia y de la sociedad.

Es verdad que lamentablemente la cultura, a lo largo de la historia, ha
desfavorecido en ocasiones a las mujeres, o las han creído inferiores al
sexo opuesto. En ocasiones las creyeron seres que no pensaban o simplemente
no tomaban en cuenta sus opiniones y sus criterios.

La labor que hicieron las primeras mujeres que buscaban ser reconocidas en
la sociedad y hacer valer sus derechos es digna de admirar y sobretodo de
agradecer. Lamentablemente esta lucha perdió el rumbo al querer hacer de
esta una guerra declarada al sexo masculino y un afán por demostrar que
ambos sexos pueden hacer lo mismo y deben hacer lo mismo.

En esto creo que se perdió el rumbo de una justa y verdadera lucha. Se
exigía y se exige demostrar que ambos sexos tienen la misma dignidad por el
hecho de ser personas, ambas tienen el mismo significado de seres
espirituales, racionales con inteligencia, voluntad y libertad. Cuando en
antropología se habla de la persona no se divide un sexo del otro: la
diferencia está en la parte externa, en el cuerpo los cuales no hacen a uno
mejor que el otro simplemente esta diferencia los hace complementarios. Y al
decir que hombre y mujer se complementan se quiere también decir que ambos
aportan cosas diferentes a la vida pero las dos igualmente importantes.

Es absurdo pretender hacer de la mujer una copia del hombre. Es absurda la
lucha por buscar la igualdad de la mujer en un sentido estrictamente
cultural sin tomar en cuenta su naturaleza y el fin para la que esta fue
creada.

Cierto feminismo se ha vuelto en un fenómeno social de carácter dialéctico,
en el que se empeña por luchar contra todo lo masculino y contra todo lo
esencialmente femenino lo cual hace de esto un hecho contradictorio.

Durante los últimos años algunas mujeres se han desgastado por
masculinizarse y creen que eso pone en alto su nombre de mujeres. Algunas
mujeres ven como parte del enemigo las cosas esencialmente femeninas. Y no
hablo de cosas externas como el hecho de dedicarse al hogar que si bien la
mujer se ha dedicado por años a esta labor, esta no es parte esencial de su
naturaleza, hablo de cosas tan esenciales como la sexualidad y la vida.

Hay mujeres que han declarado la guerra al hecho de ser madre. Al hecho de
ser por excelencia el ser que brinda más amor en el mundo: no hay amor más
grande que el de una madre a su hijo, sin embargo esto hoy en día es
discriminado y, peor aún, ridiculizado.

Hoy las mujeres creen ejercer mejor su sexualidad haciendo de esta un mero
objeto de placer, ellas mismas son las que crean la confusión entre la
palabra amar y la palabra usar. Muchas mujeres de hoy ya no aman su cuerpo
simplemente lo usan. ¿eso es ser mujer? ¿eso buscaban gritar al mundo? Creo
que las cosas han perdido un poco el rumbo, el control de la natalidad, la
libertad sexual o mejor dicho el libertinaje sexual, las propuestas de
género etc. Todo aquello que se deriva de la lucha de cierto feminismo está
muy lejos de dar a la mujer y de reconocer en ella su dignidad y su papel
humanizador dentro de la sociedad; está muy lejos de darle a la mujer una
verdadera satisfacción. El ser mujer no está peleado con el hecho de ser
profesionalmente grande o exitosa. Sin embargo creo que la mujer por un
momento ha olvidado que el mayor triunfo y el mayor éxito que puede tener en
su vida es el ser esencialmente mujer, sin rechazar su naturaleza.

Fuente:
www.mujernueva.org