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Perfil de triunfador

Querido amigo que no confías en ti:

Tú como todo hombre o mujer, luchas por alcanzar lo que te has
propuesto, te esfuerzas para alcanzar tu ideal, aunque a veces te
parece casi imposible; te escribo estas líneas para animarte y decirte
que no te des por vencido. Te voy a platicar de un amigo que siempre
vio hacia adelante.

Después de conocer a Luis en mis años de universidad, me dí cuenta
que existe dentro de cada uno de nosotros hay una hombre fuerte, a
veces por descubrir, y que sale a la luz en los momentos difíciles,
como le ocurrió a Luis, mi amigo.

Luis era un deportista excelente, pero un día mientras entrenaba
ciclismo de montaña, fue atropellado por un vehículo que circulaba a
exceso de velocidad. El pronóstico era poco optimista, Luis requeriría
varias cirugías, y la posibilidad de volver a correr era casi nula.

Día tras día, por más de dos años, Luis iba a su rehabilitación,
soportando dolores físicos indescriptibles, pero con la idea clara y la
voluntad firme de volver a participar en el equipo de ciclismo. No hizo
caso de comentarios pesimistas, ni se dejó vencer por el desánimo, no
se contentó con querer curarse, sino que puso los medios para hacerlo.
La meta parecía muy lejana, pero construyó el camino poco a poco, hasta
lograrlo. El último año de universidad logró participar con el equipo
representativo de ciclismo y obtuvo uno de los triunfos más
significativos.

Cuando le pregunté cómo lo logró me dio la clave: los grandes
ideales sólo se alcanzan con una voluntad firme, que se forja en los
pequeños detalles y día a día. No te puedes descuidar, ni darte
pequeñas concesiones porque pierdes la carrera.

Estas son algunas estrategias sencillas pero eficaces que él aplicaba para formarla:

1.Practica cualquier deporte, imponiéndote pequeños retos: más rápido, mejores quiebres, más esfuerzo...

2. Platica cada día con alguien que te sea antipático. Éso te hace
fuerte y además te ayuda a hacer más amigos, pues descubrirás la
riqueza de las personas que a veces está oculta tras las apariencias.

3.Sonríe cuando estés triste. Pues serás tú quien controle tus estados de ánimo y no las emociones las que te controlen a tí.

4. No dejes nada para después. Haz la tarea o trabajos el día que corresponde.

5. Mantén ordenadas tus cosas, has un horario y apégate a él.

6. Practica la espera. Deja el dulce para después, estudia y luego
habla por teléfono, recoje tu cuarto y luego ve la televisión.

Recuerda y ten muy presente que luchar por lo que queremos no
siempre garantiza el resultado, pero poner el máximo esfuerzo siempre
será un triunfo.