Monseñor Demetrio, obispo de Tarazona ha escrito una pastoral oportuna, valiente, clara y contundente sobre la familia cristiana, que merece la pena leer, reflexionar y hacer caso sobre las cercanas elecciones. No se ha ido por las ramas el prelado, sino que, confirmando la doctrina de siempre de la Iglesia, llama a las cosas por su nombre para que ningún católico quede en la ambigüedad al acercarse a las urnas.
Todo su contenido es ,muy sustancioso, pero de modo especial, merece destacar su postre párrafo con el que concluye su carta.
Helo aquí literalmente copiado:
“Enhorabuena a todos los jóvenes esposos que tienen hijos. Si les preguntas de dónde vienen, os responderán gozosos: -Somos de una comunidad cristiana, o Neocatecumenales, o del Opus Dei, o del Regnum Christi, o de Comunión y Liberación, o Carismáticos o Cursillistas, o de un grupo parroquial o de Acción Católica. Bienvenida sea esta nueva generación de familias cristianas. De ellos es el futuro. Estén
atentos los que buscan votos para superar el empate técnico. Un matrimonio joven cristiano no estará dispuesto a darlos a quienes no defiendan la familia, tal como Dios la ha diseñado. Si para ganar votos ese partido promueve o tolera el divorcio, o la uniones homosexuales, o el aborto, o la píldora del día después, o la manipulación de embriones, ese partido, sea de derechas o de izquierdas, no merece el voto de una familia cristiana”.
Se podría expresar más alto la doctrina de la Iglesia - Catecismo de la Iglesia católica- pero no más claro. Los católicos ya saben a qué atenerse. Sobran los comentarios. Por la trascripción